Nunca me ha gustado la
expresión “soñar despierto”, de hecho siempre que la escucho me parece algo inverosímil
y tonta (¿no resulta ilógico “soñar despierto”?, porque el soñar implica dormir
¿o no?).
No me malinterpreten,
finalmente los soñadores (Steve Jobs, Phil Knight, Marconi) hicieron del mundo
lo que conocemos hoy.
Pero al ser una persona de
introspección constante, creo que el “soñar despierto”, solo le agregaría una
complicación más a mi cabeza, que de por sí por lo general es un desastre.
Toda la historia viene a
cuento por “The Secret Life of Walter Mitty” la nueva película de Ben Stiller
(que actúa y dirige, seguramente también influyó en el escritor) que se basa en
esa premisa “soñar despierto”, evadir la
realidad y vivir, supuestamente, la vida que cualquier persona ha querido vivir
siempre.
Walter Mitty es el típico nine
to five, (“Godínez” como le llamamos aquí en México) un trabajador más de la
revista LIFE (por si no la ubican, no hay problema, antes las revistas se
imprimían y se leían, no se bajaban del Ipad o se leían directo de su sitio,
algo así como la revista TIME pero de temas mucho más ligeros).
Pues el asunto es que,
Mitty es un tipo tan común y tan corriente, que como la mayoría de los nine to
five siente una atracción por alguien de su oficina, una chica a la que ni
siquiera se anima a hablarle.
Al mismo tiempo, la
revista LIFE desaparecerá y Mitty, al ser el jefe de archivo y procesamiento de
negativos tiene la misión de procesar las que serán las últimas fotos y la que
será la foto de la portada, tomada por el mejor fotógrafo que tiene la revista
y seguramente el mundo (interpretado por Sean Penn), para que nadie se aburra
el negativo de la última fotografía, aquel que se supone la “quinta esencia” de
la revista se pierde y el único responsable es Mitty.
Mientras Mitty pasa por
una suerte de crisis de edad (su madre se va a un asilo de ancianos, él teme no
encontrar pareja nunca, lo van a despedir de su trabajo) tendrá que “cazar” al fotógrafo
misterioso para que le pueda dar una copia de las últimas fotografías, y mientras
lo hace irá teniendo una serie de aventuras por todo el mundo: Groenlandia,
Islandia y una montaña que creo que es el Himalaya (perdón pero en esa parte ya
me estaba durmiendo).
¿Será capaz Walter Mitty
de recuperar los negativos?
¿Podrá tener el amor de la
chica de su oficina con la ayuda de un sitio online para encontrar pareja?
¿Por qué la historia no le
dio más tiempo al personaje de Sean Penn que se veía super bad ass (¿qué
demonios come/hace Sean Penn para verse igual todos los años?)
En toda la película se
nota un tono retro, por llamarlo de alguna forma, pero más que evocar
nostalgia, lo que procura hacer Stiller es provocar confrontación (ellos, los
modernos son los malos, nosotros los que todavía procesamos negativos de un
rollo de película e imprimimos revistas, nosotros somos los buenos).
Y eso es a lo largo de la película:
Sean Penn todavía usa rollos Kodak y una cámara Nikon, cuando tiene que fotografiar
un volcán, lo hace amarrado de los pies sobre un biplano, eso de hacerlo desde
un helicóptero es para nenas.
Mitty no tiene Ipad, usa
lápiz y papel para registrar sus gastos, usa un portafolios como de 1980.
¡Esperen tiene celular! , porque si no como le
llegan las llamadas de E harmony.
Insisto, retro is good,
evil is bad. Excepto cuando necesitamos
sacarnos algún elemento de la manga para continuar con el guión.
En cuanto a la película en
sí, la premisa resulta tan aburrida (cazar un negativo de un rollo, ¿no se
podía hacer lo mismo coordinándolo por internet y por teléfono?) que el
resultado final no es solo aburrido, sino que se queda en un montón de lugares
comunes como que el héroe se queda con la chica, los “malos” (nuevos dueños de
la revista) accedan a publicar la fotografía en portada y que todo el mundo sea
un lugar feliz.
Verán, nunca fui y
seguramente nunca seré fan de Ben Stiller, pero juro que eso no influyó para
que esta película no me gustara.
No solo porque como actor
me parece bastante mediocre y repetitivo, haciendo siempre el mismo personaje
con distintos nombres (desde el tipo de Crazy about Mary, pasando por Mistery Men y la horrenda saga de “Meet
the Parents/Fockers”, incluso su personaje en un episodio de Friends en el que
es novio de Rachel).
Y cuando quiere hacer una
combinación rara entre comedia-drama-chick flick, me parece que el resultado es
aún peor, como “The Heart Break Kid” o “Came
Allong Polly”. Ahora que lo pienso, si no me gusta, ¿por qué demonios he visto
todas sus películas?
Pero como dije, mi
aversión personal influyó poco para que no me gustara la película.
De entrada sí, es
relativamente entretenido ver los sueños de Mitty (aunque ahorcar a alguien
luego de hacerle una broma pesada no me parece lo más interesante del mundo)
pero conforme pasa la película, el efecto se va perdiendo, e incluso los que
podrían haber sido los mejores “sueños despiertos” (saltar desde un helicóptero
hacia el mar, pelear con tiburones, sobrevivir una erupción volcánica)
realmente son una realidad mejor que la ficción que vende la película.
En conclusión, la película
es aburrida pese a tanto efecto especial (los reto a mantenerse despiertos
cuando llega la parte de escalar la montaña), ahora Stiller no solo es
mediocore como actor, sino también como director, y en síntesis lo que pudo ser
un material para criticar la medianía, el vivir en la zona de confort y el no
atreverse a hacer las cosas, se queda en un intento de contar una historia,
acompañada de muchos, muchos efectos especiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario